jueves, 26 de septiembre de 2013

Comerciando con el peligro (I).



Cuando acabo mi jornada de trabajo procuro abstraerme de las situaciones que se me plantean en el desarrollo de mi actividad profesional. Puede que no tenga esa capacidad suficientemente desarrollada y, en ocasiones, me dedico a reflexionar sobre la mediocridad que veo en diferentes organizaciones. Por otro lado, no me desespero a pesar de que sé que voy a seguir conociendo prácticas peligrosas en las empresas que me impiden “desconectar”.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Trading in Danger (I).



When I finish my work day try to abstract from situations that I encountered in the development of my practice. You may not have sufficiently developed that capability and sometimes, I do reflect on the mediocrity I see in different organizations. On the other hand, I do not despair even though I know I will continue hearing Unsafe companies that keep me from "off".

jueves, 19 de septiembre de 2013

A vueltas con los preliminares.



Hacía meses que no había vuelto a tener noticias de un antiguo cliente. Desde mi última entrevista no veía posibilidades de colaborar con él. En toda labor de pre-venta se tienen que dar las condiciones del querer, poder y saber.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Tienes mucho peligro





La semana pasada estaba debatiendo con un grupo de empresarios. Cada uno tenía sus, diferentes, grupos y empresas pero compartían entre ellos la propiedad de una compañía que servía de excusa para sus encuentros. He de decir que no miraban mucho por ella, pero de eso te hablaré otro día. Ahora lo que me preocupa es reflejar un aspecto que me alarmó en aquella conversación.

martes, 10 de septiembre de 2013

Con la dirección equivocada

Una vez escuché que ser “el general” es un estado mental. Expresado de otro modo, más acorde a mis costumbres, dirigir una empresa, organización o incluso la propia carrera profesional requiere tener la cabeza “amueblada” con conocimiento y sentido común.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Y tú, ¿qué vendes?



En compañía del amigo común de un empresario, acudía a un almuerzo con ambos a fin de ofrecer mis servicios. Más allá de mis sensaciones personales, profesionalmente era un mero trámite formal. Todo apuntaba a que, amablemente y en el mejor de los casos, sería redirigido a su director general para que me “escuchase profesionalmente”. Digamos que el empresario, con su intuición, discerniría si mis propuestas eran interesantes. De ese juicio dependería la atención e interés futuro de sus directivos.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Sin ambición





Cuando considero la gestión empresarial desde una perspectiva humana, no sé si sería recomendable hacerlo de otro modo, tengo una sensación extraña. Muchos deseáis poner en marcha proyectos empresariales con celeridad, que después parecéis tener poco interés por mantener.