lunes, 16 de septiembre de 2013

Tienes mucho peligro





La semana pasada estaba debatiendo con un grupo de empresarios. Cada uno tenía sus, diferentes, grupos y empresas pero compartían entre ellos la propiedad de una compañía que servía de excusa para sus encuentros. He de decir que no miraban mucho por ella, pero de eso te hablaré otro día. Ahora lo que me preocupa es reflejar un aspecto que me alarmó en aquella conversación.

En un momento de nuestra charla empezaron a surgir temas, demasiado manidos, sobre la política. La estructura de nuestro país, el descrédito de la clase política y su “profesionalidad”, etc. eran el “muñeco” sobre el que descargar sus ataques. A mí, este tipo de conversaciones en el terreno profesional me aburren. Estuve a punto de colocar la conversación en un segundo plano y evadirme, mentalmente, a cuestiones más interesantes. Como si fuera una pitada de un coche, cuando te dispones a cruzar la calzada de manera indebida,  me alarmé al escuchar la siguiente afirmación: “En un par de años ya, la gente habrá olvidado esto”.
En estos momentos, parece lógico pensar que el ciclo económico recesivo esté dando sus últimos coletazos. Por otro lado, con la misma lógica, el ciclo de crecimiento evolucionara muy lentamente. E incluso, sería razonable que permaneciéramos un tiempo en zona de “ni frío ni calor”. La cuestión, hoy, no es esa. Lo importante es si olvidaremos que existió un periodo de 2007 al ¿2014? que cambió tanto el panorama nacional.
Si estamos de acuerdo en esto último, es decir, que cambió nuestra vida hasta extremos insospechados; parecería que el olvido no tendría cabida. Si tantas cicatrices y heridas profundas está dejando este periodo; sería difícil obviar las secuelas. Si tantos propósitos de enmienda hemos adoptado; sería impensable no cumplirlos.
A la vista de la realidad que observo parece que el razonamiento que acabo de exponerte falla por la base. Así las cosas, tampoco creo que la alternativa sea que “el duelo” nos tenga que atenazar y condicionar cualquier iniciativa.
Si eres de los que me leen, de vez en cuando, puedes estar pensando que, ahora, me alarmo por cualquier cosa. En realidad sigo alarmándome por tu inocencia y poco sentido común.
El hecho de que una parte de nuestra sociedad olvide los años duros es inevitable. Eso va en nuestra propia condición y eso no me alarma. El problema fundamental reside en pensar que, siempre, el olvidadizo es el de al lado y no tú.
Si tú olvidas que tienes que tener, un adecuado esquema para la toma de decisiones, la capacidad para controlar la gestión en tu empresa y una adecuada capacitación de los directivos de tu compañía; entonces no has aprendido nada y volverás, tarde o temprano, al borde del precipicio o a su fondo.
Si tú piensas que, el de al lado no hace bien las cosas, no cumple con sus responsabilidades y no está cualificado; entonces piensa si no serás tú peor que él y, al menos, podrás aprender algo de lo que te tocó vivir al borde del precipicio.
Si tú crees que, por haber aguantado sin perderlo todo, por haber reestructurado tu compañía, por haber conseguido buscar mercados alternativos; estás tocado por la virtud que lo puede todo, entonces serás candidato a ir al fondo del precipicio.
Si tú actúas, creyendo que en el último trimestre del año vas a invertir la situación en el presente ejercicio; has olvidado lo que te ocurrió el año pasado.
Por eso seguirás en al filo del precipicio, pero los que no olvidan y han aprendido se están alejando del borde.
Tú tienes mucho peligro, sigues dedicando el último trimestre del año a cargarte el año siguiente. No necesitas dos años para olvidar, te han bastado unos meses. 
Mira lo que te dije el septiembre pasado:  http://managementcontrolleadership.blogspot.com.es/2012/09/a-los-canones-y-dispara-todo-lo-que-se.html
(Por si lo quieres leer)