viernes, 24 de enero de 2014

El despliegue

El día comenzó como casi todos, el despertador sonando a las seis y media. Una ducha, un café y salida para el despacho. Antes de entrar, parada obligada en una cafetería cercana donde mi saludo de buenos días era interpretado como: "un cortado y el periódico". Ese día tocó prensa deportiva, mi favorita por otra parte. A estas alturas del día, ya me había leído prensa económica y generalista en abundancia gracias a los medios digitales. Es evidente que hay momentos durante las labores de aseo para leer tranquilamente pero he omitido describirlo por cuestiones escatológicas. También me había dado tiempo a escuchar, en el coche, una parte de mi tertulia favorita en la emisora de radio habitual.
Eras las ocho menos cuarto y entraba en el despacho con los "deberes" hechos. Parece baladí, pero al trabajo hay que llegar con todo hecho, hay que evitar ineficiencias.
Dediqué unos minutos a hacer un inventario visual y empírica sobre la correcta cantidad, calidad y disposición de todos los medios con el fin de comprobar que no había ningún contratiempo. Había llegado la hora, el momento de empezar.

martes, 14 de enero de 2014

El germen

Eran cerca de las doce del mediodía en los comienzo del mes de julio, día caluroso de esos que aparecen cuando comienza, en serio el verano en España. Mi mente estaba más ocupada en arrepentirme de llevar el traje y no haber escogido una indumentaria más fresca. Había quedado a la hora en punto y, como de costumbre, yo ya estaba esperando a mi cliente.